Demasiado calor ¿no?

La verdad es que viendo esta temperatura uno se hecha las manos a la cabeza o sale corriendo del susto, porque da miedo, y no se piensen que pertenece a alguna ciudad que está en medio del Sahara, sino que es un ejemplo de un termómetro de Madrid, pero para nuestro interés nos sirve. Esta temperatura no es, evidentemente, la temperatura real del aire pero algo tiene de relación con la estación estival. Como todos hemos podido comprobar, durante los veranos en los medios de comunicación podemos ver como, durante Olas de Calor o periodos de altas temperaturas, se nos muestran termómetros que marcan temperaturas de 46ºC o 47ºC, lo cual causa una gran alarma social. Pero al ver eso hay que preguntarse ¿Dónde están colocados esos termómetros? Y la respuesta es: al Sol. El Sol, como el fuego, un horno encendido, una estufa, etc, es una fuente de calor, la cual emite una radiación calorífica que al entrar en contacto con un objeto hace que este se caliente, alcanzando una temperatura superior a la del aire que lo circunda. Pues esto es exactamente lo que pasa con esos termómetros callejeros. Pero es que además de marcar valores termométricos superiores a los del aire, tampoco marcan los que en verano se alcanzan realmente a pleno Sol, que sin problemas pueden llegar a los 60ºC o 70ºC (como el de la foto), o si no hagan la prueba, coloquen un termómetro al Sol a las 4 de la tarde, un día de Julio o Agosto, ya verán. Estas temperaturas medidas al Sol no sirven absolutamente para nada.

En las calles de Cehegín no tenemos estos termómetros, solo nos muestran las temperaturas los situados en los carteles de las farmacias, aunque a estos les pasa más de lo mismo. Solo pueden servir para saber la temperatura aproximada durante la noche cuando el Sol ya se ha ocultado. Por eso nunca debemos de fiarnos de las temperaturas que se registran en estos termómetros de la calle en las horas centrales del día. La temperatura del aire solo se puede medir en unas condiciones especiales y estas son las siguientes: en una garita meteorológica situada a 1,5 metros del suelo, pintada de blanco brillante para que refleje la radiación del Sol y con las paredes recubiertas de varillas de madera que permita que el aire circule libremente alrededor de los aparatos.

Juan David Pérez Correas
Observador Meteorológico en Cehegín y
Colaborador del Instituto Nacional de Meteorología (INM).

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La verdad es que viendo esta temperatura uno se hecha las manos a la cabeza o sale corriendo del susto, porque da miedo, y no se piensen que pertenece a alguna ciudad que está en medio del Sahara, sino que es un ejemplo de un termómetro de Madrid, pero para nuestro interés nos sirve. Esta temperatura no es, evidentemente, la temperatura real del aire pero algo tiene de relación con la estación estival. Como todos hemos podido comprobar, durante los veranos en los medios de comunicación podemos ver como, durante Olas de Calor o periodos de altas temperaturas, se nos muestran termómetros que marcan temperaturas de 46ºC o 47ºC, lo cual causa una gran alarma social. Pero al ver eso hay que preguntarse ¿Dónde están colocados esos termómetros? Y la respuesta es: al Sol. El Sol, como el fuego, un horno encendido, una estufa, etc, es una fuente de calor, la cual emite una radiación calorífica que al entrar en contacto con un objeto hace que este se caliente, alcanzando una temperatura superior a la del aire que lo circunda. Pues esto es exactamente lo que pasa con esos termómetros callejeros. Pero es que además de marcar valores termométricos superiores a los del aire, tampoco marcan los que en verano se alcanzan realmente a pleno Sol, que sin problemas pueden llegar a los 60ºC o 70ºC (como el de la foto), o si no hagan la prueba, coloquen un termómetro al Sol a las 4 de la tarde, un día de Julio o Agosto, ya verán. Estas temperaturas medidas al Sol no sirven absolutamente para nada.

En las calles de Cehegín no tenemos estos termómetros, solo nos muestran las temperaturas los situados en los carteles de las farmacias, aunque a estos les pasa más de lo mismo. Solo pueden servir para saber la temperatura aproximada durante la noche cuando el Sol ya se ha ocultado. Por eso nunca debemos de fiarnos de las temperaturas que se registran en estos termómetros de la calle en las horas centrales del día. La temperatura del aire solo se puede medir en unas condiciones especiales y estas son las siguientes: en una garita meteorológica situada a 1,5 metros del suelo, pintada de blanco brillante para que refleje la radiación del Sol y con las paredes recubiertas de varillas de madera que permita que el aire circule libremente alrededor de los aparatos.

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En las calles de Cehegín no tenemos estos termómetros, solo nos muestran las temperaturas los situados en los carteles de las farmacias, aunque a estos les pasa más de lo mismo. Solo pueden servir para saber la temperatura aproximada durante la noche cuando el Sol ya se ha ocultado. Por eso nunca debemos de fiarnos de las temperaturas que se registran en estos termómetros de la calle en las horas centrales del día. La temperatura del aire solo se puede medir en unas condiciones especiales y estas son las siguientes: en una garita meteorológica situada a 1,5 metros del suelo, pintada de blanco brillante para que refleje la radiación del Sol y con las paredes recubiertas de varillas de madera que permita que el aire circule libremente alrededor de los aparatos.

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