La Iglesia de la Soledad ya presume de tener todos sus retablos en perfectas condiciones, tras una esmerada restauración que les ha devuelto el esplendor que atesoraron en épocas pasadas.

Tras un desfile procesional de la Virgen de los Dolores, desde la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena hasta La Soledad, cortejada por la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de 'Los Negros', como se les conoce popularmente, se procedía a la eucaristía, oficiada por el Padre Serafín.

Gran cantidad de cehegineros llenaron el templo para conocer el resultado de tan importante restauración y para ver a su Virgen reinando ya por fin en su camarín.

La Iglesia de la Soledad ya presume de tener todos sus retablos en perfectas condiciones, tras una esmerada restauración que les ha devuelto el esplendor que atesoraron en épocas pasadas.

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Gran cantidad de cehegineros llenaron el templo para conocer el resultado de tan importante restauración y para ver a su Virgen reinando ya por fin en su camarín.

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Tras un desfile procesional de la Virgen de los Dolores, desde la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena hasta La Soledad, cortejada por la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de 'Los Negros', como se les conoce popularmente, se procedía a la eucaristía, oficiada por el Padre Serafín.

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