Un recinto para amaestrar la luz


Nicolás de Maya quiere convertir su estudio es un recinto abierto y luminoso. El arquitecto Javier Peña Galiano ha realizado un proyecto para rehabilitar su casa en el casco urbano de Cehegín y crear «un espacio plegado, continuo y activo, doce habitar, trabajar, exponer, dormir, sean usos de una nueva topografía interior». «Un lugar activo donde las miradas entre paisaje, pintura y arquitectura se realizan de forma intencionada, donde se transita y acampa», detalla Javier Peña.

Una «geometría diagonal» con una luz natural que «sea capaz de ‘pintar’, con diferentes colores e intensidades, los espacios». Un estudio/casa como un cascarón interior blanco, con «microarquitecturas capaces de ser cambiantes y específicas a usos singulares». Ese es el gran proyecto de Nicolás de Maya, un espacio «donde todo es múltiple, sencillo y austero», un espacio «donde el interior se une al exterior», un espacio «como encuentro de ideas». De momento, él se marcha a México, «el país de los infinitos contrastes». Allí decidirá qué camino toman sus pinceles para homenajear a ‘El Informador’.

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