Hay personas que se han labrado un nombre, en sus respectivos campos profesionales, y eso acabó por ser motivo de un encumbramiento en el olimpo local de los personajes ilustres. Otras, anónimas, colaboran desinteresadamente en diferentes frentes sociales, haciendo uso de su tiempo libre y de su capacidad económica para participar en ayudas altruistas.
En este día, 8 de marzo, permitidme dejar constancia de vuestra vitalidad y entrega. Os merecéis toda la suerte del mundo. Herminia, Esperanci, Carmen, como ciudadano de Cehegín, os doy las gracias por estar contribuyendo, del modo que vosotras lo hacéis, al desarrollo cultural de nuestro pueblo. Adelante, son muchas las personas que comparten este sentimiento.