Vitalidad envidiable

Hay personas que se han labrado un nombre, en sus respectivos campos profesionales, y eso acabó por ser motivo de un encumbramiento en el olimpo local de los personajes ilustres. Otras, anónimas, colaboran desinteresadamente en diferentes frentes sociales, haciendo uso de su tiempo libre y de su capacidad económica para participar en ayudas altruistas. Todos son de admirar, sin duda. Pero, pongo la mano en el fuego, no creo que sea fácil encontrar a nadie que haya dedicado tanto tiempo y esfuerzo, a una labor sociocultural de primera magnitud, como el que vosotras estáis desarrollando de un año para acá. Con denuedo, enmascarando el cansancio cuando aparece, topando con obstáculos de toda índole, sin que haya mediado ninguna retribución material, habéis puesto en órbita la futura Universidad Popular de Cehegín, sólo cuestiones burocráticas de corte legal me impiden afirmar que sea ya un hecho; sin embargo, la puesta en marcha de sus actividades, las cuales se vienen desarrollando, y, sobre todo, su espíritu, no hay quien los detenga.

En este día, 8 de marzo, permitidme dejar constancia de vuestra vitalidad y entrega. Os merecéis toda la suerte del mundo. Herminia, Esperanci, Carmen, como ciudadano de Cehegín, os doy las gracias por estar contribuyendo, del modo que vosotras lo hacéis, al desarrollo cultural de nuestro pueblo. Adelante, son muchas las personas que comparten este sentimiento.

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