Dos locos que comentaban sus cosas, uno le pregunta al otro:
– ¿tu porque estas aquí?
– yo porque se me fue la cabeza, ¿y tu?
– yo por cantarle una saeta a un paso
– hombre por eso no será, precisamente las saetas son para cantárselas a los pasos
– si pero yo se la canté a un paso de cebra.