El contenido de dos documentos de prensa, uno de este verano, 23 de junio, en la revista Interviú, el otro de hace unos días, 10 de noviembre, en El País, nos sitúan ante una realidad, con respecto al uso del agua en Murcia, que está a años luz de lo que la propaganda oficial nos viene ofreciendo en ese intento de, sea como sea, poner en marcha el trasvase del Ebro.
Encabezando ambos documentos rezaban los siguientes titulares: 'Los que se llevan el agua de los murcianos', en el primero; 'La Fiscalía vincula la Confederación del Segura a una red de tráfico de agua en Murcia', en el segundo.
Tras su lectura, en mi opinión, por el bien de todos, sería bueno que muy pronto se esclarezcan los feos asuntos descritos, con un nauseabundo olor a mafia, detrás de los cuales hay investigaciones que van más allá del descarado robo de agua y de fondos sociales, hasta situarnos ante, incluso, la muerte, en sospechosas condiciones, de una persona, junto a dos familiares suyos, en un accidente de tráfico, cuando acudía, a Madrid, para declarar ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Todo comenzó con la reconversión de un terreno forestal, arrasado por el gran incendio del 94 en Moratalla, en regadío, acogiéndose a subvenciones de la UE, que jamás debieron concedérsele, por ser dichas subvenciones para terrenos que ya hubiesen sido cultivados. A partir de esa primera gran estafa, se desencadena una larga ristra de hechos, que se resumen en la apertura de pozos, en dichos terrenos (finca 'El Chopillo'), que van siendo legalizados, contra todo pronóstico, hasta un número de 14, pozos que se están recargando con aguas del embalse de El Cenajo, de los cuales se extraen cantidades ingentes de agua (200 hectómetros cúbicos en 4 años: la mitad de lo que, supuestamente, traería el trasvase del Ebro), la cual, finalmente, es llevada a zonas turísticas de Murcia y provincias limítrofes, utilizando, en algunos casos, para su conducción, el propio cauce del Segura. Hasta seis grupos económicos se estarían beneficiando; y personas de la administración jurídica e hidrográfica, estarían implicadas, según ambos documentos, en toda esta sucia y vil afrenta a los ciudadanos de la Región de Murcia.