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Cruz Monogramática de Cehegín

Cruz Monogramática de CehegínProcedente del Cabezo de Roenas de Cehegín (Murcia), uno de los pocos municipios romanos de la Región de Murcia, más tarde sede episcopal de Begastri, representa el monograma de Cristo con la rho en su parte superior y el alfa y omega en los brazos. La técnica empleada en su elaboración inicialmente pudo ser la fundición, posteriormente trabajada a forja con lima o cincel. La alegoría de Cristo no puede ser más completa: el ancla, el pez y el crismón, con una insistente repetición del símbolo de Cristo en la cruz, en la R. de su nombre, en Jesus Christus Filius Salvator. Esta cruz, de carácter latino, aunque se inspire en la tradición griega y pueda ser obra hispana e incluso de la región, dada la tradición broncística desde época ibérica, sería una pieza de taller hispano-romano y se podría fechar hacia el siglo VI, en un momento de plena implantación del cristianismo.

Artículo escrito por el Académico de la Real Academia Alfonso X El Sabio y Aparejador Municipal de Cehegin, Jose María Alcázar Pastor

Tras la visita del Rey a la exposición de Huellas y el regalo realizado a S. M. Don Juan Carlos de una reproducción de la Cruz de Cehegín, realizada por los herreros de Cañada de la Cruz, (Moratalla), que han sabido forjarla y reproducirla perfectamente en su taller, la cual se ha convertido en una de las atracciones y objeto más vendido de esta memorable exposición, y ante la llamada a este Ayuntamiento para conocer su Historia, vamos a hacer, con urgencia, un recorrido por la Historia de la Ciudad Tardo-Romano- Visigoda de Begastri, deteniéndonos en la etapa de esta Cruz. El licenciado en Historia, Pascual Martínez Ortíz (de la Fundación Caja Murcia) se acordó de la misma en su etapa de estudiante y fue el promotor de que se expusiera en “Huellas”.

El cristianismo se difundió en nuestra región durante los siglos II y III d.C, como lo demuestran las excavaciones arqueológicas sobre todo en Begastri, que fue la Sede Episcopal Tardo Romana- Visigoda. Hay una tradición de la visita de San Pablo a esta sede cuyas referencias comentaba el insigne Padre Isidoro Rodríguez, muriendo sin encontrar la lápida que conoció de joven, la cual hablaba de esta visita, de lo cual no dudo, puesto que existe la misma tradición en Lezuza (Albacete), de la predicación de San Pablo, siendo éste uno de los muchos pueblos dependientes de la Sede Episcopal de Begastri.

Durante la etapa visigoda, del siglo V al VII, hubieron momentos de crisis, ya que eran arrianos (negaban la divinidad de Cristo), aunque después se convirtieron al catolicismo con Recaredo.

Las prácticas religiosas cristianas durante estos siglos se ven reflejadas en la liturgia visigoda o mozárabe que adquirió carácter propio durante este periodo y continuó entre estos últimos en el territorio dominado por el Islam, como sucedió con la Virgen de la Peña, en la Pedanía ceheginera de Canara. Esta liturgia es de origen romano, enriquecida por las aportaciones bizantinas.

Se observa la tendencia a la ampulosidad, destinada al pueblo, para que comprendiera el significado de sus ritos y dogmas de fe. De hecho, la participación popular, se reflejaba en las oraciones, que se hacían colectivamente y podían ser de tres tipos: Litánica, Colectiva y Eucarística.

Conocemos la existencia de estos ritos por la inscripción encontrada en una mesa de altar, donde el Obispo de Begastri, Agrusminus, consagró la Basílica de San Vicente. En este altar había guardada una reliquia de este mártir, celebrando su fiesta el 22 de Enero.

La principal característica de esta liturgia era su afición a los símbolos y, en este contexto, hay que situar al Crismón de Cehegín. Éste es el símbolo de Cristo, ya que contiene las dos primeras letras de la palabra Cristo en griego, la Xi, y la Rho, y de sus brazos pendían un Alfa y Omega que representa a Dios, principio y fin del Universo. Los delfines que, posiblemente, estaban unidos a la Cruz, simbolizan a los cristianos en torno al Salvador, y estaban colgados en los extremos de los brazos y simbolizan la línea de tierra como salida hacia la búsqueda de Dios.

Cruces de este tipo se colgaban del techo, encima del Altar, y eran de uso obligado en la consagración de iglesias, altares, y en la bendición de los cementerios.

Fue la Catedrática de Prehistoria, Ana María Muñoz Amilibia, la que presentó el estudio de esta Cruz de Cehegín en la»sdv» “II Reunió D`Arqueologia Paleocristiana Hispánica”, en la Abadía de Monserrat del 2 al 5 de Noviembre de 1978, correspondiente al IX Syposium de Prehistoria i Arqueología Peninsular; al comunicarle la existencia de esta Cruz, a su profesora, por el entoces estudiante de Historia, Miguel San Nicolas del Toro.

Esta Cruz existe gracias a la sensibilidad del que fue Alcalde de Cehegín, Cristóbal Sánchez de Amoraga que, a finales de los años 40, posiblemente, la compró a la mujer de don Juan José Guirao Martínez, “El Piños”, el cual la encontró realizando la trinchera, para el paso de la plataforma de la vía del tren, en el cabezo de Roenas (sitio de la Muela), llevándosela a su casa de Matamujeres, en la zona de las Tenzas de la pedanía de Cañada Canara, era sobre el año 1932. Este cabezo se conoce actualmente como Begastri. Se cuenta, que esta mujer la iba a vender a algún chatarrero o trapero y el entonces Alcalde, al ver que era una Cruz, dijo que cuánto le iban a pagar por ella. Al responder esta persona la cantidad de 8 o 10 pesetas, el Alcalde le ofreció 50 pesetas, sólo por el hecho de que fuera una Cruz, desconociendo el valor intrínseco que se escondía en ella. Pieza ésta, que hemos visto los compañeros que correteábamos en la niñez por su casa, en los años del 1952, y que, Pedro Abellán Zafra, maestro de la localidad, tuvo el acierto de fotografiar en aquella época. Esta es la foto que se acompaña, tomada alrededor de los año1.955.

Esta Cruz de Bronce es de 39,5 cm de alto y 31,8 cm de ancho en los brazos. El disco monogramático tiene 3,7 cm de diámetro. Van decoradas lambas caras mediante de puntos incisos dentro del círculo. Los dos delfines probablemente estaban unidos a la Cruz en la parte superior de forma diagonal con 21 y 20 cm de longitud. Las cadenas de enlace tienen 13,8 cm y la otra 17 cm. La letra Omega es de 7,5 X 3,5 cm, y la Alfa con travesaño quebrado de 5,5 X 4,5 cm; y la Rho de 3X5 cm. Las incisiones y los dibujos de los ojos de los delfines están en ambas caras, por ello se puede apreciar que es para ver la Cruz en todos los sentidos.

Tiene paralelos con las cruces de Burguillos, Santa Elena de Jaén, y la del Cortijo de Íscar de Baena, todas estas cruces hay que situarlas entre los siglos IV al VI.

Vamos a comentar la simbología que encierra, esta original Cruz:

El Pez es el símbolo más sagrado del gnosticismo cristiano primitivo. Los dos peces representan la dualidad: Las aguas superiores de las inferiores- Alma masculina y femenina- La sagrada pareja, el divino matrimonio eterno.

Este antiguo símbolo cristiano que deriva del griego “ ichthys”, que significa pez, y que es un acróstico de los conceptos teológicos: “Iesous Christos Theou Hyios Soter”, cuya traducción es: ”Jesús Cristo Hijo de Dios Salvador”, que como hemos dicho ha sido usado por las primeras comunidades cristianas, como signo de identificación en medio de los paganos hostiles. Este símbolo aparece en el ámbito paleocristiano, hasta finales del siglo IV.

El libro de JONAS en la Biblia quizás sea el más leído, pero el menos entendido; Jonás y la ballena, se han convertido en parte de la literatura.

Se basa esta historia cuando Jonás desobedeciendo a Dios, se embarca camino de Tarsis, levantándose una gran tormenta, que hacía zozobrar el barco, los tripulantes se preguntaban a que se debía la tormenta, y Jonás dijo: “Yo soy la causa”, tirándolo al mar, donde una ballena lo tragó. En el Evangelio de San Mateo, 12:40, se lee “Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. En el mar Mediterráneo no existen ballenas y sí grandes delfines que son probablemente quienes se lo tragaron, por ello la Cruz de Begastri lleva los dos DELFINES, aparte de la tradición marinera de que los delfines salvan de morir, a los que se encuentran en peligro dentro del mar.

Mi hijo Alfonso Angel, que estudia Historia del Arte, me comenta: Los delfines son una “comendatio animae”, es decir una oración fosilizada, en este caso en bronce, se esta haciendo una oración eterna, salve Dios mi alma, como salvó a Jonás de las aguas.

Pero la tradición cristiana de los peces hay que buscarla en el Evangelio:

Jesús, escogió a doce pescadores, como sus Apóstoles para que le siguieran y predicaran el Evangelio.

A San Pedro, le dijo: “ Simón, hijo de Jonás, de ahora en adelante te llamaras Pedro”. Un día le dijo Jesús a Pedro, que se hiciese a la mar y echase las redes para pescar, y Pedro le hizo notar que toda la noche estuvieron pescando inútilmente, “ Ya que Tú me lo dices, echaré las redes”, fue tanta la pesca que llenaron las barcas de los hijos de Zebedeo (Pedro, Santiago Juan); Pedro asombrado se arrojó a los pies del Señor, diciendo: “Apártate de mí, Señor, que soy un pobre pecador”. Jesús le animó con estas palabras: “ No temas, serán hombres los que tu pescaras de ahora en adelante”. Y dirigiéndose también a Juan, Santiago y Andrés, añadió: “Seguidme, os haré pescadores de hombres”.

La mención a los peces es continua en los evangelios, por ello no hay duda que escogieran como representación y símbolo del cristianismo naciente, elpez .

Los delfines, tienen grabados los ojos y el lagrimal representando, la llave de la vida, que simbolizan el triunfo de la vida sobre la muerte, es el símbolo de la reencarnación y la inmortalidad, de los misterios de la naturaleza, símbolo de la vida eterna.

El CRISMON, su gran difusión se produce en su forma de lábaro constantiniano, lleva un círculo, que actúa como símbolo solar, que nos habla de Cristo como sol invictus, representa igualmente a Zeus (Dios), lo que refuerza su carácter triunfal; el alfa y omega, es el principio y fin de todas las cosas; en su interior se encuentra el monograma, con las dos letras iniciales de la palabra Christos (Xristos), X (chi) y P (rho), símbolo literal para el Cristianismo desde los tiempos de Constantino el Grande, según la profecía: “ In hoc signo vinces”. La rho, tiene idéntico sentido solar, es el sol en lo más alto del eje del mundo- o en su referencia evangélica, “el ojo de la aguja”, o “la puerta estrecha”-, se puede sintetizar diciendo que es la salida del cosmos, fruto de la redención de Cristo. Todo ello representa el triunfo del cristianismo en el orbe terráqueo, de acuerdo con los datos aportados la CRUZ DE BEGASTRI es de principios del siglo VI.

LA CADENA: Con motivo del 34 aniversario de mi enlace con mi esposa Antoñita, y madre de mis cuatro hijos, decidimos realizar un viaje a la provincia de Cuenca, y en la visita al Museo Arqueologico, pude ver la cadena que existía de Valeria, igual que a la que tiene nuestra Cruz, por cuyo motivo voy a comentar un poco su historia y relación con el cristianismo.

Los eslabones en bronce, son de doble anilla barbados o revirados, en número de cinco en la parte alta del crismón y seis en la inferior, que une el crismón con la Cruz.

El número cinco y sus múltiplos simbolizan, a lo largo de la Biblia, la comunidad del espíritu; en el Antiguo Testamento, se lee: “cuando Jezabel exterminó a los profetas de Yahveh, Abdías había tomado cien profetas y los había ocultado de cincuenta en cincuenta…” (1Re 18,4) y de que “ cincuenta hombres de la comunidad de los profetas vinieron y se quedaron enfrente a cierta distancia de Elías y Elíseo cuando estos iban a atravesar el Jordán, poco antes de ser Elías arrebatado al cielo” (2Re 2,7).

En el Nuevo Testamento, en el evangelio de San Marcos (Mc 6, 30-44), en la primera multiplicación de los panes y los peces, el número de panes es cinco, la gente se acomodó “por grupos de cien y de cincuenta” y fueron “cinco mil” hombres adultos los que comieron ( indica la plenitud humana que produce el Espíritu). Otro tanto sucede con la venida del Espíritu Santo, en los Hechos de los Apóstoles (Hch 2,1-4), en el día de Pentecostés, que quiere decir “ día quincuagésimo”, y en el Antiguo Testamento, en el Levítico (Lv 25, 8-17), establecía como año santo “ el año cincuenta”, siendo “para vosotros un jubileo”, todo ello como símbolo de la liberación producida en cada persona por el Espíritu Santo.

El número seis, significa a menudo lo imperfecto (el hombre), lo incompleto, algunas veces como ineficaz y otras como aquello que espera y anuncia lo completo. Al seis le “falta” uno para ser siete, lo perfecto, lo completo, la totalidad perfecta. En el relato de las Bodas de Caná, San Juan señala que “había allí seis tinajas vacías” (Jn 2,6) “les dice Jesús llenad las tinajas” (Jn 2,7), significandola ineficacia de la purificación judía, para restablecer la relación con Dios.

San Juan (Jn 19,14), señala que la entrega de Jesús a los judíos por Poncio Pilatos, fue “ más o menos a la hora sexta”, queriendo indicar así que la entrega de Jesús para ser crucificado, culmina con la Resurrección.

JOSE MARÍA ALCÁZAR PASTOR.

Cronista Oficial de la Cofradía la Pasión de Cristo
Académico Correspondiente de la Real Academia Alfonso X El Sabio. 
Aparejador Municipal del Ayuntamiento de Cehegín.